viernes, 27 de septiembre de 2013

Una America's Cup espectacular.

Un aguamanil que da mucho juego


Con todo el barullo del Madrid Elche la Copa America ha pasado sin pena ni gloria. Bueno, siendo sinceros, en este país que decía merecer unas olimpiadas deben contarse con los dedos de las manos los que saben que es la Copa América, y deben de ser muchísimos menos los que tienen el más mínimo interés en ella. No voy a extenderme con los pormenores porque seguramente no son tan interesantes, y además, para eso además de una web oficial, existe una cosa que se llama Wikipedia. Simplemente repetir lo que está escrito en mil sitios, es la competición deportiva más antigua del mundo y lleva celebrándose desde 1851, cuando la goleta America ganó en aguas de la Isla de Wright, la primera edición. Si darle valor a eso me convierte en un snob o algo parecido no tengo el más mínimo problema en aceptarlo.

La goleta America, el primer ganador

El formato básicamente establece que el ganador defiende la copa en su país, aunque como también establece que es una regata oceánica pues hemos visto cosas curiosas como que los suizos del Alinghi trajeran la copa a Valencia.
Pero no es del reglamento ni de la historia de lo que me apetece escribir, de lo que me apetece hablar es de la espectacularidad de esta edición de la Copa América que yo creo cumple todos los ingredientes para que en uno o dos años tengamos una de esas míticas pelis deportivas con las que de vez en cuando nos obsequia Hollywood.

Todo empezó cuando el defensor decidió cambiar el tipo de barcos que compiten, una de sus prebendas. Así en lugar de los monocascos de clase internacional clásicos nos hemos encontrado con una clase de espectaculares Catamaranes los AC72.

¿Navegamos o volamos?


LA LOUIS VUITTON

Para decidir quién compite contra el defensor, en este caso los americanos, de disputa previamente la Copa Louis Vuitton (sí, como las maletas). En la que varios desafiantes se enfrentan entre sí y el ganador compite por la Copa América, aunque en las dos últimas ediciones de la copa américa ha pasado sin pena ni gloria (en la edición anterior ni siqiera se disputó), normalmente es una de las fases más interesantes y en ocasiones como en la 32 edición suponen una auténtico espectaculo añadido a la tradicional disputa por el aguamanil de plata. Ese no ha sido el caso de este año. 


Desafortunado accidente: DEP Andrew Simpson



Andrew Simpson
Andrew Simpson, uno de los tripulantes del sindicato sueco, murió en un espectacular accidente cuando estaban entrenando en aguas de la bahía de San Francisco. Este accidente hizo que las dudas sobre la seguridad de la clase se incrementasen y que se pusiese en duda incluso la propia disputa de la Regata, afortunadamente no fue así.






Una louis Vuitton muy descafeinada

La copa Louis Vuitton de este año ha sido tan patética que el propio patrocinador, Louis Vuitton, se siente estafado. Como los barcos requerían tal esfuerzo tecnológico y económico, y además parece que últimamente en el mundo no sobra el dinero, solo hemos tenido 3 sindicatos compitiendo por desafiar al último ganador. El Artemis tuvo que hacer frente además de a la terrible pérdida de un tripulante, a numerosos problemas técnicos que hicieron dudar de su participación hasta ultimísima hora.
Artemis y Luna Rossa, los outsiders.
Como decía, la Louis Vuitton fue una castaña, los suecos del Artemis bastante hicieron con participar, el Luna Rosa lo intentó pero en todo momento estuvo claro que eran muy inferiores al sindicato Neozelandés. El único susto para estos fue una espectacular perdida de sustentación que les hizo "caer de morros" al agua y perder dos tripulantes, desafortunadamente Luna Rossa no estaba allí para aprovecharse del error y darle algo de emoción a la copa.

¡Barco al agua!
Solo la espectacularidad de los catamaranes y la increíble velocidad a la que navegaban sostenían mínimamente el espectáculo, la bahía de San Francisco también ayudaba. A pesar de ello, hasta la llegada de la Copa América en si, todo parecía indicar que este año la cosa iba para fiasco y confieso que yo me enganche por la forma de navegar de estos buques más que por la competición en sí. Lo que al principio nos parecía demasiado arriesgado empezó a convertirse en pura velocidad a medida que las tripulaciones empezaron a entender cómo aprovechar sus AC72. ¿Hidroalas en embarcaciones a vela? ¿velocidades por encima de 40 nudos? Sí, seguimos hablando de la Copa América.




LA GRAN FINAL


La final comenzó marcada por el espionaje del sindicato americano al sindicato neozelandés y la posterior sanción que les descontaba sus dos primeras victorias obligándoles a ganar 11 regatas para llevarse el trofeo, Nueva Zelanda se lo llevaría ganando 9.


 Horas de incertidumbre

James Spithill & Dean Barker: Ready to Start
Al Inicio de la Copa América la incertidumbre era palpable, por mucho que el defensor, Oracle USA, comenzase con su marcador en un -2 la cosa podía ventilarse de un día para otro si una vez en el agua mostraban una superioridad similar a la que habíamos visto en las regatas anteriores, dónde Nueva Zelanda arrasó a Luna Rossa y Luna Rossa hizo lo propio con Artemis. La clase es tan nueva, que las diferencias entre los buques se hacen atroces. Lo mismo podía suceder a la inversa y que Oracle se mostrase inferior.




Primer acto

Let's go!
Las primeras regatas mostraron que los Kiwis iban mejor, pero que los americanos tenían un barco notablemente rápido sobre todo con el viento a favor. En la 5 quinta regata Nueva Zelanda le metió más de un minuto a Oracle y dejó el marcador en un contundente 4 a 1 a su favor, 4 a -1 si tenemos en cuenta la penalización. Jimmy Spithill (el patrón Australiano del equipo americano) decidió pedir el comodín de aplazamiento que le permitía aplazar la segunda regata del día, estaba claro que no podían ganar, pero solicitarlo implicaba perder la oportunidad de hacerlo más adelante en caso de rotura o similar. Mejoró algo el sindicato americano pero no pudo evitar que Nueva Zelanda se situase con 8 victorias por 3 de los americanos, o lo que es lo mismo, 8 a 1 en una regata al mejor de 9. A un solo paso de la victoria la sensación general era que tarde o temprano nueva Zelanda se llevaría la copa.


ETNZ, presumible ganador


Un golpe de suerte


Cuando una ventaja enorme no es suficiente
Así comenzó la regata número 12, sin apenas viento, Oracle ganó la salida y se dirigió lentamente hacia la primera de las 4 boyas, en este deporte la salida es fundamental y pasar primero por la boya 1 te da media regata. USA tapó los espacios y llegó primero a la boya, los barcos se movían a velocidades entorno a los 12 nudos cuando lo habitual era verlos superar los 30 a favor de viento. Demostrando gran habilidad, Dean Barker consiguió “crear viento” y su barco adelantó a los americanos y empezó a navegar a una velocidad notablemente superior, mientras Oracle parecía una balsa al pairo. Tras la boya 3, en la segunda empopada la ventaja superaba el kilómetro y medio y todo parecía indicar que la copa viajaría a las Antípodas, nada más lejos de la realidad. Nueva Zelanda superaba la 4ª boya y se dirigía a meta, la ventaja era enorme, solo un milagro podía salvar a los americanos. El milagro llegó, debido a la falta de viento New Zealand no pudo completar el recorrido en el tiempo máximo de 40 minutos y la regata quedo aplazada. Parecía el aplazamiento de una victoria inevitable.



Relaxing cup: ¿Inevitable resolución?


Relaxing cup of nespresso...
A pesar del fastidio los que apoyábamos al equipo neozelandés, estábamos tranquilos, tarde o temprano llegaría. Tras las siguientes 2 victorias de Oracle el comentario de los aficionados seguía siendo del tipo “es una pena que la sanción a los americanos nos haya privado de una regata disputada”. Sin embargo las regatas se sucedían y la definitiva victoria neozelandesa no terminaba de llegar. En la orilla de la bahía, frente a la Isla de Alcatraz cada regata congregaba más banderas americanas, los comentaristas pasaban de una indisimulada frustración a una indisimulada alegría (por algo se llama Copa América). 



Quién rie el último rie mejor: Un barco más rápido


James Spithill rió el último
Despues de 17 regatas y con 8-7 en el marcador Nueva Zelanda ganó la salida y paso primero por las boyas 1 y 2 y afrontaba el tramo de ceñidas en cabeza, la ventaja era poca pero se habían mostrado bastante superiores en el tramo de ceñidas entre las boyas 2 y 3 de las regatas anteriores, así que la cosa pintaba bien. El barco neozelandés pasó la boya y enfilo hacia alcatraz, al fondo el puente, los americanos apuntaron a San Francisco, todo parecía ir bien para Nueva Zelanda, pero tras la siguiente virada el barco americano empezó a volar, con los dos cascos fuera del agua y apoyado en sus hidroalas el barco americano acortaba la distancia surcando el mar a 30 nudos en un tramo de ceñida. Las dos embarcaciones se dirigían una en dirección a la otra los kiwis delante, pero los americanos volando, la colisión parecía inminente, a última hora Dean Barker viraba para seguir el mismo rumbo que los americanos y les concedía la delantera, los Americanos empezaban a mostrarse intratables en los tramos de ceñida y empezaba a constatarse la superioridad americana.



Quién marque gana: La última regata




La regata definitiva llegaba, con 7 victorias consecutivas Oracle igualaba el marcador y ambos barcos se situaban a una victoria de llevarse la copa, a estas altura el favoritismo había pasado a los americanos, pero Nueva Zelanda se había mostrado como un equipo sólido, cualquier cosa podía pasar. 

Los neozelandeses volvieron a pasar primeros tras la boya 2, en el subsiguiente duelo de viradas los americanos demostraron que ahora su barco era más rápido y Nueva Zelanda vio como poco a poco el barco americano se alejaban literalmente volando hacia la victoria.  En la orilla EEUU estaba de celebración, la copa se quedaba en casa. A mí el fastidio por la derrota de los Kiwis, no me impedía disfrutar de una gesta histórica, puro deporte. 

Para el recuerdo imágenes espectaculares, velocidades imposibles y la sensación de que estos barcos de velas rígidas aún tienen mucho margen. Sin embargo, como se apuntaba desde el sindicato vencedor, parece difícil poder compaginar la espectacularidad de estos barcos con la participación de más países en la Louis Vuitton. Los AC72 sn muy caros y no todo el mundo puede permitírselos veremos que pasa.




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