martes, 8 de octubre de 2013

FC Barcelona ¿más que fútbol?







Ayer haciendo zapping en la radio a esas horas en que debería estar durmiendo, me encontré con dos personajes hablando, o mejor dicho con un personaje entrevistando a otro personaje, o "jabonándose" mutuamente viendo el tono de la entrevista. Los personajes eran el tal De la Morena, para mí "personaje" porque no soporto su estilo, en plan "soy un amigo de la familia de toda la vida del deportista X", eso si más carca que Marca. El otro "personaje" el señor Presidente del Barça, Sandro Rosell. Vamos a ser claros, Rosell nunca me ha convencido demasiado, pero reconozco que hay cosas que ha hecho que si me han gustado, sobre todo en la parte deportiva y que están lejos del alarmismo que me generaba antes de llegar. No me gustó la campaña mediática que se montó contra Laporta, ni me gustó la persecución mediática que sucedió a la llegada al poder de la nueva directiva. No voy de Laportista por la vida y de hecho estoy de acuerdo en que varias cosas de su etapa deberían aclararse mejor. Pero desconfío mucho más de gente como Rosell (o FlorenTimo) que de un día para otro, aparecen en todos los medios en plan Mesiánico (no me refiero a Messi) como la única opción para salvar la causa X.

Me causa estupor y me da un poco dan arcadas intelectuales al ver el alineamiento absoluto de la prensa deportiva catalana (y de la Española también) en torno a Rosell, sobre todo cuando comparamos con el periodo Laporta. 

Todo esto son los antecedentes, pero estaba hablando de la entrevista de ayer, no voy a engañar a nadie, hice zapping en los anuncios y por momentos cambié del asco que me daban algunas cosas.

Rosell salió airoso (incluso reforzado) de varias cuestiones complicadas, la polémica con Guardiola, los problemas con la enfermedad de Tito, la llegada del Tata, el tema del nacionalismo y la posición del Barça y su presidente respecto al independentismo, sus supuestos problemas con la justicia Brasileña etc... no son cuestiones sencillas y debe decir que la imagen que tenía de él estaba mejorando. Lamentablemente, todo tiene un fin.

El fin llego en el turno de preguntas, y en este turno hubo dos cuestiones que creo explicó nefastamente, probablemente porque son temas muy difíciles de defender. 
Cuando le preguntaron como se puede compaginar el lema del Barça, eso del  "Més que un club" con pasar de publicidad de Unicef a Qatar (y todos sabemos lo que son Qatar y el resto de países del golfo pérsico), Rosell respondió a la gallega, "¿tu usas gas en casa?" (no se si la transcripción es literal pero el sentido si) y luego siguió hablando de que en general el mundo es injusto y que si compramos cosas chinas o de otros países dónde no se respeten los derechos laborales (con la que está cayendo tampoco creo que haya que irse tan lejos). 

Vamos a ver Señor Rosell, todos (al menos muchos) sabemos en que mundo vivimos y de dónde viene el petróleo o el gas. Sabemos que el mundo es injusto y cada uno hace lo que puede para enriquecerse, sobrevivir en él o incluso intentar cambiarlo (de todo hay). Es cierto que en este mundo no hay mucha diferencia de llevar publicidad de Qatar, Btwin o de prácticamente cualquier otra multinacional. Dicho esto, tu no puedes presumir de que "eres distinto", de que "tienes valores" y así entendemos muchos lo de "Més que un club", asociado durante mucho tiempo a la camiseta sin publicidad y después al acuerdo con Unicef. Es posible y si no lo es, lo pareció, que lo de Unicef era una maniobra para hacer asimilable a la culerada el tema de la publicidad, y es cierto que eso es algo que inició Laporta. Pero también es innegable que la publicidad de Qatar (según Rosell nadie pagaba esas cantidades) hace daño a la imagen del Barça y en gran medido vacía de contenido el lema del Barça y por tanto, hablando en un idioma que entiendan los capitalistas, el valor de la marca. Para muchos el FC Barcelona es un club mucho menos atractivo desde que lo de Qatar se ha consumado, el club se ha vulgarizado con esta decisión. Eso es muy difícil de negar. 




Esta respuesta me cabreo, pero casi peor me pareció la siguiente cuestión. Le preguntaron por las declaraciones de Mourinho (aquello del por qué?) y por qué desde el club no se dijo nada, incluso teniendo en cuenta que Florentino hizo suyo el discurso (ya saben, aquello de "También es señorío lo que hace nuestro entrenador, José Mourinho..."). Yo esperaba algo en plan, "no lo consideramos oportuno", "Esas declaraciones se caen por si solas...", "No creemos que favorezca a la imagen del club el entrar en una guerra dialéctica a través de los medios con tal o cual", en fin, una respuesta que podría gustarnos o no, pero al menos sería comprensible, pero no, el señor Rosell dio una explicación de patio de colegio: "Como habló el entrenador, correspondía al entrenador contestar" "Si hubiese hablado el presidente tendría que contestar el presidente, si fuese un jugador, un jugador..." (de nuevo no es una transcripción pero el sentido es literal).

Vamos a ver, dejando al margen el hecho de que prácticamente habló todo el Madrid (presidente incluido), el ataque se produce contra la institución, ni siquiera al entrenador que ha contratado la institución, insisto, es una ataque contra la propia institución que usted preside y es la institución la que debe contestar (o no, en eso ya no me meto aunque personalmente crea que sí). El entrenador tiene que entrenar a las jugadores y los jugadores tienen que jugar. Es cierto que tienen una responsabilidad en cuanto a la imagen del club, pero no va más allá de tener un comportamiento deportivo en el campo, ser educados fuera y atender a la prensa con cierta frecuencia. Absolutamente todo lo demás es responsabilidad, del presidente, de la junta directiva o de quién sea que se le deleguen dichas responsabilidades. Si mañana a Arbeloa o Ramos les da por decir algo en plan "Rosell es un capullo" ¿tienen que salir Alvés o Piqué a contestar, o podrá hacerlo usted? Tenga en cuenta que es un jugador el que habla. No se puede escurrir el bulto así. Usted ha adquirido un compromiso con el club, los socios y los aficionados. Ese compromiso va mucho más allá de fichar a Neymar o aceptar la publicidad de Qatar.
Usted representa al FC Barcelona y la imagen que da dicha institución es prioritaria. Sobre todo teniendo en cuenta que su empresa vende esa imagen y si esa imagen no es buena, al FC Barcelona no le irá bien, no es solo fútbol. Aunque para muchos con eso sería suficiente.

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