Un Barça mediocre sigue siendo demasiado para el Madrid

Messi y el Barça, volvieron a mostrar su jerarquía ante un decepcionante y decepcionado CR7

Un partidazo como el de ayer es una buena excusa para volver a escribir, casi una vuelta de liga después. Lo primero que es necesario es matizar lo de partidazo. Fue un partido disputado de poder a poder, emocionante e intenso, pero reconozcámoslo, ninguno de los dos jugó un partido perfecto y los errores se sucedieron en ambos lados. Contra el clamor popular y visto en perspectiva, tengo la sensación de que después de todo el árbitro fue el mejor. Cómo curiosidad, a pesar de las quejas de Ramos, Ronaldo y cía, la propia encuesta del marca sobre el árbitro revela que los aficionados hubieran elegido tras visionado y revisionado las mismas opciones que el árbitro, en las jugadas polémicas. 

Iniesta celebra el 1-0 ante la mirada de Messi que le asistió

Dejando al margen el arbitraje (en mi opinión perjudicó ligeramente al Barça), la realidad es que el Barça está lejos de ser aquella máquina que movía el balón a uno o dos toques durante 90 minutos y reventaba a los rivales. Es cierto que al inicio del partido si pareció el de siempre, sobre todo tras el gol de Iniesta, pero también es cierto que que la poca intensidad en la presión del Madrid tuvo algo que ver y que tras las ocasiones falladas por Messi y Neymar y con la llegada del 1-2 ese dominio se perdió parcialmente. para recuperarse hacia el minuto 35 dónde el empate azulgrana empezó a parecer una cuestión inminente, por mucho que llegase con una de esas jugadas imposibles de Messi. 2-2 al descanso y la sensación de que este Madrid no podría parar al Barça de siempre, sin embargo enfrente no estaba el Barça de siempre, o mejor dicho estaba el Barça de siempre pero solo intermitentemente.

Leo Messi anota el 2-2 tras una jugada imposible demostrando potencia, fe e intuición. 

La segunda parte siguió por los mismos derroteros hasta que Undiano metió en el área una falta dudosilla de Alves, es obvio que hay contacto pero la caída del luso tiene también un primer componente de contacto (buscado por ambos) y un segundo componente de piscina (en el vuelo con esquerzo del luso). Lo que debía ser una falta demasiado cerca del área para que el golpeo del luso la convirtiese en peligrosa, se convirtió en un penalty y en el 3-2, para un Barça tan necesitado el 3-2 parecía el último clavo de su ataúd liguero. Cuando todo parecía perdido para el Barça, Messi se sacó uno de sus magistrales pases para que un Neymar no demasiado acertado se cruzase en la trayectoria de Sergio Ramos que le derribó cuando el Brasileiro se disponía a fusilar a Diego López, Undiano no dudó en pitar penalty y expulsar al defensa con roja directa aplicando el reglamento a rajatabla (en mi opinión estás acciones deberían quedarse en amarilla). Messi lanzó el penalty impecablemente dando al partido y la liga un giro de 180º. Con el 3-3 en el marcador y un jugador más, parecía bastante claro que el barça acabaría llevándose el partido. Sin embargo el cuarto gol se le resistía al barça hasta que Iniesta se inventó un dribling marca de la casa de esos que normalmente solo se pueden parar con falta, en esta ocasión la falta fue en el área y suponía el segundo penalty para el Barça. Messi demostrando su fortaleza mental volvió a ejecutar de manera imparable, el resto del partido mostró a un barça tratando de templar el partido pero sin la solvencia de antaño, afortunadamente para ellos, el madrid renunció a la épica para refugiarse en la impotencia y la polémica, con varias acciones bastante feas que obligaron a Undiano a mostrar varias amarillas más y perdonar alguna otra. 

Ramos desequilibra a Neymar en la jugada que supuso su expulsión y el empate a 3.

Al final un Barça con más juego que el Madrid pero menos que "aquel Barça" se llevó el partido y los puntos.

Este Barça no es "aquel Barça" pero no está tan lejos cómo algunos agoreros suponían, con Iniesta apoyando desde la banda a Busquets, Xavi y Cesc, el barça consigue por momentos recuperar el tiki taka y el control de los partidos, con ese plan se llevó la eliminatoria ante el City y con ese plan ha ganado al Madrid, que en mi opinión asumió erróneamente que este Barça está demasiado lejos de "aquel Barça" y que por tanto el partido sería un paseo militar ante la fragilidad defensiva que ha mostrado el barça esta temporada. Por cierto que no deja de parecerme curioso que se hable de la fragilidad defensiva de un equipo que solo ha encajado 4 goles más que el Atlético y que ha encajado 5 menos que el Madrid.

La realidad mostró que el Barça (cuando quiere) sigue siendo mejor que el Madrid y que para intentar sacar algo positivo contra este Barça, el Madrid sigue necesitando embarrar el partido y cierta permisividad arbitral. Ayer quizás porque se sentía superior renunció a lo primero y cuando necesitó lo segundo no lo encontró. 

En cuanto a los jugadores, creo que pocas veces ha habido tanta unanimidad, por el Barça destacaron Iniesta y Messi que se cargaron el equipo a las espaldas mostrado la jerarquía que se les supone. Ambos parecen haber recuperado sensaciones en los últimos partidos lo que puede permitir al Barça recuperar la hegemonía en Europa. Por el Madrid destacó sobremanera Benzema, que mostró todo su repertorio no sólo con dos goles sino también, con todo un recital de movimientos de delantero. El otro destacado fue Di María que en una de sus mejores versiones castigo las dudas defensivas blaugranas, quizás le faltó algo de orden defensivo (que no de desgaste) pero aún así estuvo a un nivel superlativo. Modric volvió a cuajar un buen partido pero estuvo demasiado solo en el medio campo madridista, en el que Xabi Alonso ya no está ni para hacer faltas. 

Messi se besa el escudo y dedica un gol a su afición ante la mirada de un disgustado metrosexual madridista.

Los grandes ausentes fueron Ronaldo, Neymar y Bale que mas allá de penaltys provocados o tirados y de alguna carrera más o menos peligrosa nunca dieron la sensación de estar en el partido. Ayer ninguno justificó el precio de su fichaje y no pasaron de ser actores secundarios.